El doce de Noviembre, nació la primera camada de mis perros Luna y Boby.
Fue la ultima prueba de selección que tubo que pasar mi perra.Todas las demás ya las supero con creces, (morfología, comportamiento en guarda y defensa del rebaño, carácter equilibrado...), tan solo me faltaba saber como se comportaría con el rebaño una vez parida.
El padre, perro sobrio y serio, ya ha probado hace tiempo su carácter ganadero. Es un perro extremadamente dócil y noble con los animales y muy equilibrado con los extraños. De esos perros, que si ve a un extraño acercarse, sale con determinación ladrando y se interpone entre la persona y el ganado, si insistes en acercarte seguro que te muerde, ( ya ha sido probado) y si insistieses seguro que te mata. Una cosa que no me gusta de el, es que ataca a los perros de tamaño mediano o grande y una vez lanzado es muy difícil y peligroso separarlo.
Yo siempre pensé que pariría en el monte, que se buscaría un refugio y que no dejaría acercarse a nadie ni a nada.
Me equivoque plenamente, escogió una esquina de la cuadra como paridera, a refugio de las inclemencias del tiempo. Fueron aquellos días de Noviembre previos al parto, días de sol y buen tiempo, pero hubo un repentino cambio, y aquel día a media mañana empezó a enfriar y a llover.
Sé que el parto comenzó antes de las 8.30, pues a esa hora ya tenia dos cachorros, ella estaba sola en la cuadra y todo parecía muy bien encaminado.
Comenzó a llover hacía las 12, y las cabras que son frioleras y huidizas del agua, casi seguro que fueron entrando a la cuadra a refugiarse.
Y fue ahí donde me dio su mayor prueba de su instinto ganadero, púes ni en ese momento se mostró violenta con ellas, muy al contrario, fue escondiendo a sus cachorros, uno a uno dentro de un pesebre. Claro, lo que ella no sabía, era que una vez introducidos, ya no los podría sacar. Conclusión; cuando yo llegue, de nueve que había parido, cuatro estaban muertos y los cinco de la foto muy frios.
Sobrevivieron tan solo dos, dos duros cachorros a los que la vida ya puso a prueba a los pocos minutos de haber nacido. Selección natural como se suele decir.
Como es imposible quedarse con todos, el macho (atiragado entero de color) lo esta criando un sobrino mío y la cachorra se fue a Teruel, a casa de un gran aficionado al mastin (Luis Santiago Hernando Civera), que estoy seguro que la va criar y estudiar como se merece.