sábado, 22 de octubre de 2016
FAUNA- BIODIVERSIDAD- COEXISTENCIA- GANADERÍA
Creo que no se puede ser aficionado al mastín y no conocer o tener interés por el mundo rural, no creo que se deba ni se pueda separar al mastín de la ganadería y de la agricultura.
Con la recuperación de ciertas especies salvajes, se esta creando una especie de "tormeta perfecta", entre ganadero, agricultores y ecologistas.
Hubo un tiempo en España, en el que parecía, que la fauna salvaje de nuestro país, no es que ocupara un segundo, tercer, cuarto.... plano. Si no más bien, que hubiesen desaparecido los pocos individuos que de aquel mundo animal tan diverso antaño llenara España.
Fue en aquellos años, donde dieron comienzo, las mayores reconversiones de los sectores primarios en nuestro país.
Entre otros la ganadería y agricultura española.
Fue "estudiada por eruditos", que diseñaron planes de competitividad, abrieron mercados, prepararon inversiones y presentaron un futuro apasionante y lucrativo para los que los siguiesen. Los que no lo hicieran, no es que fueran a tener un futuro peor, es que: SIMPLEMENTE DESPARECERÍAN.
Otras personas, se dieron cuenta que los "eruditos" antes nombrados, terminarían barriendo de la faz de nuestro país, todo rastro de vida salvaje si no se les detenía. Lucharon con la adminstracion, y se logro recuperar o mantener vivas, especies en serio riesgo de extinción. Repito, riesgo de extinción. Como puede ser el lobo ibérico, el oso, el quebrantahuesos, buitre, lince.... Y es hoy día cuando se empieza a recoger el fruto de este trabajo de recuperación. Se recoge con un incremento considerable del numero de individuos de muchas especies, especies que por el simple echo de existir, causan un daño y una molestia a la gente que con la ganadería y agricultura, moderna y profesionalizada a ocupado el espacio que antes tenían dichas especies.
Del mundo rural, el sector que más conozco es el de la ganadería bovina, particularmente la lechera, aunque creo que su ejemplo se puedo extrapolar a todos los sectores.
La ganaderia bovina, ( por poner un ejemplo en Asturias), paso de ser un negocio familiar, en muchos casos complemetario de una ocupación principal, ajena a la ganadería- a transformarse en empresas medias.Pasando una ganadería de leche, de tener una media de entre diez y veinte animales, a tener entre cincuenta y doscientos animales.Para ello les obligaron a aceptar créditos en forma de subvenciones para afrontar inversiones de muchos miles de euros (hablamos de cien mil, doscientos mil, trescientos mil,,,,), créditos a los que solo pueden hacer frente, si el equilibrio que les presentaron no se balancea. Balanceo que es inevitable, cuando las variables dependen de: seres vivos, de la naturaleza,de el mercado de los cereales,de un mercado de venta no estable y de intermediarios. A todo ello se une el daño de las especies salvajes y la presión de los ecologistas. El coctel es explosivo.
Todo esto lo escribo para poder explicar mi pensamiento, sobre esta guerra, cada vez más encarnizada entre ganadero, agricultores. ecologistas, animalistas, conversacionistas, etc, etc, etc,
Yo creo, que la única variable para que haya una coexistencia entre mundo rural y fauna, tiene que pasar por reconocer a la gente que vive en determinadas zonas como parte del ecosistema. No creo que sea bueno culpar a la población rural de falta de compromiso, hacia la recuperación de dichas especies y a la par acusarles abiertamente de poco profesionales, vagos, aprovechados....
Para este último paso hacía el asentamiento de algunas especies, es indespensable que la gente rural se sienta comprendida y compensada por el esfuerzo que realizan para conservar la naturaleza.No creo que se vaya a conseguir nada si basamos este ultimo paso de recuperación, en obligar a esta gente a convivir con dichos animales, bajo amenazas de multas y penas de cárcel.
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